ANDREAS HUTCLAW


PLAYTIMEthe toys are alive.

El tamaño de la cruz de madera invocada depende de la persona, el objeto o la criatura que quiera manejar. La aprendió un año antes de ingresar en la academia, por lo que no es capaz de abarcar algo más grande que un carruaje. La cruz es de color morado y las cuerdas de un tono rosa pálido. No son completamente opacas, tampoco tangibles al ser energía mágica, pero cumplen su función de agarrarse al interior del cuerpo u objeto.Controla las cuerdas a través de sus dedos, sirviendo estos como fuente real de energía. La durabilidad depende del tamaño y la cantidad de esfuerzo que se vea obligado a ejercer.

MODIFICACIONES

La más llamativa es su pierna izquierda. Tallada en madera, hueca por la parte inferior trasera. Tiene un pequeño compartimento donde guarda varias herramientas. Dos de sus dedos de la mano izquierda son prótesis modificadas de diferentes muñecos, por lo que el color de la madera de estas no es igual ni se parecen a su tono de piel. Su pie derecho se talló desde el mismo tronco que su pierna izquierda. No utiliza hierro ni materiales que se le puedan parecer para sus prótesis. Más allá de eso, tiene varios piercings en ambas orejas, la ceja derecha y aros más pequeños sobre las cicatrices de sus pechos, siguiendo el arco.

HISTORIA


❛ You know how when you meet someone and you think you like them?
And then, the more you talk to them, you see parts that you don't like ❜


Crecer en un lugar donde lo pomposo y adorable se llevan por bandera quizá no es lo más cómodo para quien está obsesionado con lo inusual. Desde muy pequeño, en Clock Town, se dedicó a observar cómo sus padres trabajaban en el taller, siendo estos dos de los artesanos más reconocidos. La comunidad pagaba por ver las maravillas de la familia Hutclaw, principales encargados de la decoración de la tan apreciada festividad anual, el White Rabbit Fest. No recuerda un solo año donde no fuese obligado a vestir y pasearse por el pueblo con esos pomposos trajes, totalmente alejados de lo que él consideraba el gusto de la Reina. Los colores le agradaban, también llevar orejas de conejo, pero no participar ni sentarse para ver cómo los más jóvenes se volvían locos por ganar la carrera en el laberinto.

Ponte esto, Andreas, ponte lo otro, Andreas. ¡Participa en la carrera, Andreas! Mimimimi. ¿Qué podría salir mal? Que me explote la puta pierna, para empezar. No sé quién coño puso esa trampa tan cerca de la salida, pero si algún día me la encuentro quizá le dé las gracias. Tener que vivir sin media pierna fue un auténtico coñazo, pero hey, desde ahí comenzaron los cambios. ¿Qué hice con ella? Arreglarla, obviamente. No tenías que hacerlo por tu cueeenta, blablablá. ¿Quién me va a negar la satisfacción de cortarla y usar una pierna que yo mismo tallé? Ni mi padre, ni mi madre, ni el putísimo conejo. Quedó perfecta. Casi palmarla durante el trayecto al hospital por desangrarme es lo de menos, ah, pero fue divertido verle la cara a mis padres al descubrirme medio desmayado en el taller. De lo único que me arrepiento fue de no quemar la foto y el nombre que usaron en las noticias el día del accidente. Ese no era yo.

El "comienzo" llegó acompañado de un cambio en su comportamiento. Siempre se consideró un fan acérrimo de la Reina, y como tal, buscaba la perfección incluso si por ella debía cambiar la naturaleza de todo aquello que no la alcanzase de forma natural, empezando por él y todo lo que no le gustaba. Piernas, dedos, pechos, pelo, nombre. Hubo sin embargo algo que no cambió, la cabeza de una muñeca que lo acompañó desde muy temprana edad. Recuerda haberla recibido por su octavo cumpleaños, dos antes del accidente. Quedó como ella, roto, fragmentado, y así como un muñeco inerte, dejó de hablar y comunicarse con los demás. Se convenció a sí mismo de que no volvería a decir una palabra hasta conseguir su cometido.

¡Y ahí es donde entra mi obsesión por los títeres, premio al lumbreras! Tómatelo como quieras, llámalo "poner barreras", llámalo "crearte una máscara". Y, si te place, ponte una medalla por meta.

Su UM apareció justo un año antes de recibir la invitación para ser incluido como alumno en la NRC. Empezó a hablar de nuevo, poco, pero al menos se dirigía directamente a sus padres en vez de usar siempre a sus títeres y marionetas. Su obsesión traspasó lo cercano, lo propio, expandiéndose a los demás. Cuanto más conocía a alguien, más cosas veía que no le gustaban. Al principio no hacía nada, solo recreaba las partes que más le gustaban para crear un cuerpo único y colocárselo a su muñeca.

Ya lo explico yo más rápido. ¿Me gustaban sus manos pero no su meñique? Bye-bye. ¿Adoraba su cuello pero odiaba la forma de sus orejas? Ciaaao, ciao, ciao. Diría que no esperéis mucho por mi parte, pero no es mi culpa que nadie sea perfecto. Las rosas no siempre son rojas, pero pueden llegar a serlo.

Todo enmascarado, todo a espaldas y a escondidas. Afortunadamente su cambio lo alejó de la vida que tenían sus padres y pudo centrarse en su camino, incluso si sus gustos a menudo los espantaba. Aún sigue en su búsqueda de lo perfecto, pero por ahora tiene trabajo que hacer en la academia.

EXTRAS

✖ Su sistema inmunológico deja bastante que desear. Duerme mal, come poco y sus obsesiones lo llevan a trabajar demasiado. Suele resfriarse con facilidad y sentirse fatigado a lo largo del día. La costumbre le permite hacer vida normal, pero no es raro que prefiera encerrarse en su club o habitación antes que ir a clase cuando lleva días enfermo.

✖ Aunque normalmente solo usa dos títeres, Reeno y Gaudi, tiene muchos más, todos con personalidades distintas que intercalar dependiendo de su estado de ánimo.

✖ No le gusta hablar directamente con los demás, prefiere hacerlo a través de sus títeres y marionetas. Si es que tienes intenciones de comunicarse él mismo lo hará tapándose la boca. Esto solo varía si ante él tiene a una persona de confianza.

✖ Su taller es tan desastroso como su salud. Ventanas cerradas, olor a serrín, partes de juguetes y herramientas tiradas por el suelo... Como única fuente de iluminación tiene sus lámparas modificadas, todas a partir de muñecos que consigue por ahí. TABLERO

✖ Sus colores favoritos son el rosa y el morado, cuando no lleva el uniforme suele llevar prendas de ambos tonos. TABLERO

✖ Usa su UM continuamente para alcanzar herramientas en el taller o controlar marionetas a distancia. No suele usarla tanto con los demás a menos que se sienta amenazado o sus invenciones estén en juego. La desarrolló a los 15 años, por lo que su control sobre esta es decente, exceptuando todo lo que exceda el peso que puede aguantar.

FURBIES. FURBIES. FURBIES. Los adora con toda su alma, suelen ser los más usados cuando quiere regalarle algo a alguien. Los modifica según el interés o la presencia de la persona. Muchos de ellos continúan funcionando, no es raro que de repente uno empiece a hablar a altas horas de la noche.

✖ No trabaja ni sale de su habitación sin auriculares. Le gusta escuchar música a todas horas, normalmente instrumentales que emplearía en cualquiera de sus teatrillos. Rara vez deja de pensar, tener algo de fondo le ayuda bastante a centrarse.


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